• Publicado por: lena campos
• • Camaguey
• 10 / 16 / 2013

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En función única, realizada en el teatro Principal de esta ciudad, la Camerata Romeu deleitó a los camagüeyanos con la excelente sonoridad y la cadencia armoniosa con la que interpretaron piezas conocidas de la cancionística cubana y del repertorio internacional.

Cual si la música de cámara se volviera polvo mágico salido de los violines, violas, cellos y contrabajos de estas mujeres, los espectadores quedaron hechizados con las interpretaciones de 18 virtuosas jóvenes que logran con maestría una envidiable proyección escénica.

A 20 años de su fundación, la Camerata consolida esa armonía que se descubren en interesantes arreglos de piezas de la música cubana, como “Te Amaré”, “Chivo que rompe tambó” y “Soy campesino”, temas no concebidos para una orquesta de cuerdas, pero que con arreglos muy bien logrados puedo disfrutar el público agramontino.

Zenaida Romeu, directora general del colectivo, al referirse a los momentos iniciales de la Camerata, expresó que su intención fue abrir un espacio de reconocimiento para las mujeres, que a lo largo de los años ha popularizado el violín como un instrumento refinado que ha logrado conquistar la música cubana.

Estudiantes de la Escuela Vocacional de Arte “Luis Casas Romero” y del Conservatorio de Música “José White” intercambiaron en la escena con las féminas que lidera la también directora de coro, quienes de conjunto constituyeron una gran Camerata de 60 integrantes.

El profesor Joel Sierra realizó el solo de violín en la pieza “Meditango”, del argentino Ástor Piazzolla, que guió la maestra Romeu, quien antes de su interpretación confesó: “Cuando llegamos a Camagüey presenciamos un breve concierto de un conjunto de oboes que nos dejó muy impresionados, allí escuchamos esta pieza que nos aprendimos en tan solo un día y que esta noche les regalamos”.

Antes de finalizar el concierto, la maestra Romeu agradeció a Pablo Milanés, Rolando Montes de Oca y a la ya fallecida Beatriz Vázquez, quienes siempre la ayudaron en su empeño de hacer buena música de cámara.

Como si cada representación fuera un “encuentro de almas en que se persigue al buen arte y se acerca el hecho escénico a las personas”, la directora de la Camerata revela desde su podio, la jovialidad de los espíritus frescos y las mentes creativas.

“La bella cubana”, de José White,  y “Camerata en guaguancó”, con firma de Guido López Gavilán, fueron las piezas escogidas para cerrar el concierto que todo el público ovacionó, tras más de una hora y media de presentación.

 

Fuente: Radio Cadena Agramonte