A los que experimentaron la masiva destrucción que dejó el huracán Sandy a su paso por Santiago de Cuba les resultará difícil de creer cómo tres meses después, todas las calles están libres de basura, se han restablecido por completo los servicios de agua, electricidad y teléfono, miles de techos han sido reemplazados y cientos de casas han sido reparadas o construidas.